martes, julio 15, 2008

El mercado equipara el riesgo de impago de la CAM al de la banca con dificultades


Fuente : Invertia

Malas noticias para la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) en plena salida a bolsa. Los inversores creen que el riesgo de morosidad en un bono emitido por la entidad valenciana es similar al de bancos en apuros, como Lehman Brothers o Bradford & Bingley. El credit default swap (CDS), derivado que fija el coste de cubrirse de un impago, de la CAM es de 313 puntos básicos (pb). Esta tarde finaliza el plazo para solicitar cuotas participativas y se fijará el precio máximo minorista.

Según datos recopilados en Bloomberg, el CDS con vencimiento a tres años de la CAM ha subido desde los 80 pb del 30 de mayo hasta los 313 pb registrados en la jornada de ayer. Desde el cierre del quinto mes del año, no se habían negociado en mercado estos derivados, pero la siguiente actualización se ha hecho con este diferencial, similar al de entidades como Lehman Brothers (400 pb), Bradford & Bingley (375 pb) o Wachovia (300 pb). Y muy por encima de La Caixa (132 pb) o Santander (80 pb).


En marzo, en un momento de crisis en los mercados por los temores de quiebra del banco de inversión estadounidense Bear Stearns, el CDS de la CAM alcanzó los 217 pb. El salvamento de emergencia de la entidad por parte de JP Morgan y la Fed de Nueva York alivió los temores del inversor. El 23 de mayo, el CDS de la CAM cedió hasta los 78 pb. El diferencial de Bear Stearns en plena crisis alcanzó los 800 pb.

Estos productos derivados cuentan con dos partes. Una que compra el activo para protegerse del impago (default) y otra que vende ese producto, ya que apuesta a que la empresa cumplirá sus obligaciones con los bonistas. A más puntos, mayor sensación de deterioro de la calidad crediticia. Un punto básico (pb) en un contrato credit default swap (CDS) para protegerse del impago en 10 millones de euros en deuda equivale a un pago de 1.000 euros al año.

Esta peor percepción del mercado respecto a la calidad de crédito de la caja valenciana se produce después de que Standard & Poor´s (S&P) rebajase el 7 de julio su calificación (de A+ hasta A). La agencia dijo que la calidad de los activos “se está debilitando como consecuencia del brusco de las condiciones económicas”, y que la CAM “está registrando una considerable entrada de préstamos con problemas de recuperación (particularmente inmobiliarios)”. Además su “elevada exposición a los promotores inmobiliarios la hace vulnerable al brusco ajuste del sector”.

Según se puede leer en un hecho relevante remitido por la propia caja, S&P señala que la CAM “tiene una exposición superior a la media en las áreas costeras y pequeñas y medianas empresas, y su exposición a la financiación de suelo es significativa”. Por lo que espera “que el empeoramiento de la calidad de los activos continúe erosionando los colchones que ha constituido a lo largo de años y que requiera provisiones importantes para préstamo de dudoso cobro”. Éstas han caído a marzo hasta el 107 desde el 200% de tres meses antes.

Aparte del inmobiliario, dice S&P, la CAM tiene como factores negativos una modesta solvencia básica y la “fuerte dependencia a la financiación mayorista”. La perspectiva estable significa para la agencia que la CAM usará los colchones (provisiones para dudoso cobro y plusvalías latentes) para hacer frente al deterioro. Al tiempo, S&P da la bienvenida a la emisión de cuotas participativas, ya que reforzará su capital.

Un capital que necesita para hacer frente al vencimiento de deuda de este año, que alcanza los 500 millones de euros. En 2009, la CAM tendrá que amortizar otros 3.352 millones, algo menos que los 3.600 millones de 2010.

Salida a bolsa en una semana

“El momento es pésimo, lo que se compensará con una rebaja en el precio”, comenta a El Nuevo Lunes Nicolás López, director de análisis de M&G Valores, que asegura que no invertiría en una caja de ahorros, salvo si ofrece un descuento importante respecto a los bancos equiparables cotizados como puede ser el Pastor. “Al hacer una operación de este tipo, se entiende que lo que se busca es liquidez y esto se paga un poco en términos de valoración. Sólo si sale a un precio barato te puedes arriesgar”, señala.

Hoy finaliza el plazo para formular los mandatos de suscripción de las cuotas participativas de la CAM. Además, se fija el precio máximo minorista. Hasta el próximo 18 de julio, hay posibilidad de revocar los mandatos. Mientras que el día 23 es la fecha prevista para que comience a cotizar la caja valenciana.

La CAM ha fijado una banda de precios indicativa y no vinculante para las cuotas de 5,84 a 7,30 euros, lo que supone dar un valor de mercado de entre 3.600 y 4.500 millones. La entidad financiera va a emitir inicialmente 50 millones de cuotas participativas, lo que representa el 7,5% del patrimonio de la caja después de la operación, asumiendo la suscripción completa de la emisión. El 65% de la oferta va dirigida a clientes, mientras que a cualificados se destina un 31%. La inversión mínima es de 3.000 euros y la máxima de 10.000 euros.

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