lunes, junio 02, 2008

ACS debe aportar un máximo de 331 millones para compensar caída de Iberdrola

Fuente : Invertia

ACS, primera constructora española por capitalización, está obligada a aportar fondos por un máximo de 331,6 millones de euros si Iberdrola cotiza por debajo de los precios pactados con la banca. Estos niveles, secretos para el mercado, cuentan con un referente. A cierre de 2006 y con la eléctrica en 8,3 euros, ACS compensó con 328,2 millones la caída del valor. En este momento, Iberdrola cuesta un 2% menos que lo pagado por la constructora (9,25 euros) en su entrada en la compañía hace 20 meses.

“Entre las principales características del contrato de financiación, destaca la existencia del mantenimiento de un ratio de cobertura sobre el valor de mercado de las acciones de Iberdrola, de tal forma que, de no mantenerse éste, podría ser motivo de la ejecución de la prenda constituida”, se puede leer en el informe anual de auditoría de ACS elaborado por Deloitte. “En el caso de no cumplirse el ratio de cobertura mencionado y decidirse mantener la financiación, ACS estaría obligada a aportar fondos hasta un límite de 331,6 millones de euros en forma de crédito subordinado”.

La constructora que preside Florentino Pérez se hizo a finales de 2006 con el 7,22% (un 10% antes de las ampliaciones para la compra de Scottish Power y Energy East) del capital de Iberdrola por 3.300 millones de euros, a un precio medio de 9,25 euros por título. De esa cifra, alrededor del 85% es deuda sin recurso. Es decir, unos 2.800 millones de euros del préstamo tienen garantía real con las acciones adquiridas. El resto, 500 millones, es deuda con recurso o corporativa. El vencimiento, entre 2011 y 2012.

Fuentes consultadas aseguran que existen “varios tramos” en los que ACS tendría que aportar garantías para compensar la caída del valor, situados “entre 8 y 9 euros por acción”. Robert Crimes, analista de JP Morgan, mencionó en un informe elaborado en enero -pocos días antes de la crisis en las bolsas- que ese precio límite era de 9,1 euros. En este momento, Iberdrola cotiza en los 9,05 euros. Un 2,2% por debajo de lo pagó ACS en la compra de su paquete accionarial en septiembre de 2006.

“Obviamente, cuánto más cerca de los 8 euros esté Iberdrola más crítica es la situación, aunque lo de ACS no es el caso de Inmobiliaria Colonial, y en principio no debería tener problemas para aportar las garantías adicionales”, expresa una fuente del sector. Los bancos acreedores, entre los que destacan BBVA, Caja Madrid, ICO, Ixis, HVB, Mediabanca, La Caixa y Caixa Galicia, “revisan los límites semanalmente”.

Por lo tanto, si la eléctrica que preside Sánchez Galán cierra esta semana por debajo de un determinado umbral, ACS se verá forzada a desembolsar garantías adicionales que cubran la diferencia entre el precio de mercado y el pactado con la banca. Ya en 2006, según Deloitte, “existía un saldo a 31 de diciembre […] por importe de 328,2 millones de euros, depositado como garantía por la compra del 7,22% de Iberdrola”. Ese día, Iberdrola cerró en 8,28 euros por acción. Un 10,5% menos que el precio pagado por ACS por cada una de sus 360,5 millones de acciones directas.

Unión Fenosa y Hochtief, más de lo mismo

Al igual que sucede en el caso Iberdrola, la constructora que controlan los March, los Albertos y Florentino Pérez da como garantía para el préstamo sus acciones en Unión Fenosa y Hochtief. Y en ambos casos está obligada a aportar fondos en forma de crédito subordinado si el precio de la acción cae por debajo de determinados niveles. De nuevo, los límites son información exclusiva de ACS y la banca acreedora.

En Unión Fenosa, ACS estaría obligada a ingresar un máximo de 418,3 millones de euros si la utility que controla (posee algo más del 45% del capital) cae por debajo de un precio determinado, según la auditora Deloitte. El 31 de diciembre de 2006, con Fenosa a 37,5 euros, la constructora aportó 36,37 millones para cumplir con el ratio de cobertura sobre el valor de mercado de la eléctrica. El grueso de la deuda adquirida por ACS (2.400 millones) vence en 2010.

Respecto a la constructora alemana, ACS tendría que aportar fondos adicionales hasta 316 millones de euros en el caso de que Hochtief -en la que ACS controla el 25% del capital de forma directa (otro 4,9% en derivados)- pierda un determinado precio de mercado. El crédito, de 1.263,8 millones y concedido por BBVA, vence el 31 de octubre de 2012.

A cierre del primer trimestre de 2008, ACS contaba con un endeudamiento neto de 18.175 millones de euros, de los que 8.525 millones son con recurso y el resto (9.650 millones) está destinado a la financiación de proyectos, como es el caso de las compras del grueso de las participaciones en Iberdrola, Unión Fenosa y Hochtief.

Las cajas y los bancos españoles titulizan más pese a la crisis: el BCE paga


Fuente : Invertia

La transformación de los créditos concedidos por las entidades financieras españolas en bonos de titulización va viento en popa. Hasta mayo, se han creado fondos estructurados por valor de 45.500 millones de euros, un 15,2% más que en el mismo periodo de 2007. La crisis de liquidez ha pasado de refilón por estos productos, ya que en lugar de colocarlos al mercado, como era habitual, las mismas entidades los suscriben para acudir a las subastas de liquidez del Banco Central Europeo (BCE).

Según datos de la agencia de calificación Fitch, España se ha convertido en el segundo mayor mercado de titulizaciones en Europa, con una cuota aproximada del 30% del mercado. De acuerdo con una nota de prensa de esta compañía, los bancos españoles han incrementado la utilización de la liquidez del BCE hasta los 47.600 millones de euros en abril de 2008, frente a los 19.100 millones de euros en el mismo mes de 2007.

Una cifra que coincide con el valor de los productos estructurados que las entidades españolas han creado entre enero y mayo, según datos recopilados por INVERTIA de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). En los cinco primeros meses de 2007, bancos y cajas titulizaron 39.500 millones de euros, mientras que en 2008 la cifra ha crecido el 15,2% hasta los 45.500 millones. Repartidos a partes prácticamente iguales entre bancos y cajas.

La mayor emisión individual corresponde a BBVA, que la semana pasada hizo una emisión de 5.000 millones de euros “con la intención de ser suscrita de forma íntegra por la entidad cedente [BBVA] con el objeto de disponer de activos líquidos que puedan ser utilizados como garantía en operaciones con el Eurosistema”. El banco que preside Francisco González encabeza las emisiones con 6.225 millones en 2008. Bancaja es la caja más activa con cerca de 4.500 millones en cinco meses.

La principal diferencia entre los productos estructurados -tal y como se puede leer en los folletos remitidos al regulador- es que el año pasado, antes de que la crisis subprime pusiera en jaque el sistema financiero mundial, las titulizaciones de créditos se vendían en los mercados mayoristas. Ahora, son las propias entidades cedentes de los créditos las que suscriben los bonos.

Con estos bonos de titulización, bancos y cajas pueden acudir a las subastas periódicas del BCE. El banco central presta el dinero a cambio de este colateral, perfectamente válido a pesar de las numerosas críticas que desde muchos sectores (sobre todo banca y medios extranjeros) se han vertido sobre esta práctica. El grueso de las emisiones cuenta además con una calificación AAA por parte de las agencias. Es decir, las hipotecas o préstamos que respaldan los bonos son de máxima calidad.

Sobrevienen las primeras advertencias

Aunque Standard & Poor´s (S&P) y Fitch ya han advertido sobre algunos tramos de estos productos estructurados: aquellos que ofrecen mayor rentabilidad o bonos junior y que suponen alrededor del 2% de cada fondo. Fitch ha puesto bajo perspectiva negativa desde estable los tramos D y E de dos fondos de titulización de activos de Santander (FTA Santander Hipotecario 3 y FTA Santander Hipotecario 4), respaldados por hipotecas concedidas por Santander. Eso sí, el resto de clases (A1, A2, A3, B, C y F) mantienen su calificación y la perspectiva estable.

A principios de abril, la agencia S&P dijo en un informe que los fondos de titulización pueden ver rebajada su calificación crediticia “si los impagos comienzan a crecer de forma rápida”. “Los resultados [de un estudio] muestran que si se produce un incremento de los niveles de impagos o una caída en los precios de la vivienda, los bonos junior podrían ser objeto de rebajas en las calificaciones”, al contrario que los bonos senior, “que están extremadamente bien protegidos”.

Las titulizaciones suelen estar compuestas por tres tipos de bonos. Los senior tienen calificaciones crediticias más altas que la media de las calificaciones de los componentes del activo del fondo, mientras que los bonos junior tienen calificaciones más bajas que la media. Los bonos que no tienen calificación crediticia se encuentran subordinados a todos los bonos emitidos por el fondo de titulización (tramo equity o de primera pérdida).

Buscar - Blog de Periodismo Económico
Google
WWW Blog de Periodismo Económico