martes, diciembre 19, 2006

Tailandia elimina la restricción al flujo de capitales en las inversiones bursátiles


Fecha: 19/12/2006 Fuente : Invertia

El Gobierno de Tailandia se ha visto forzado a revocar sus limitaciones sobre la inversión en activos financieros de renta variable un día después de su imposición. En principio, la decisión del banco central de este país atañía a todos las inversiones extranjeras en cualquier activo financiero, como renta variable o bonos, pero después del desplome de más del 16% de la Bolsa de Bangkok, las autoridades han tenido que rectificar.

El principal índice de la Bolsa tailandesa, el Stock Exchange of Thai, se desplomó más del 16% en la sesión de hoy debido a unas medidas de corte populista por parte del Gobierno militar que perseguían devaluar la moneda para favorecer a las exportaciones, lo que provocó la masiva huída de capitales. En total, salieron de la bolsa tailandesa 23.000 millones de dólares.

En el año, la divisa tailandesa se ha fortalecido un 17% contra el dólar, por lo que el Gobierno tailandés optó porque los bancos paralizasen un 30% del total de depósitos en divisa extranjera destinados a la adquisición de activos financieros. Si el inversor decidía incumplir la limitación, tendría que pagar un 10% por las plusvalías obtenidas con esa inversión. En cualquier caso, estas limitaciones siguen vigentes en la inversión extranjera en bonos y resto de activos que no sean bursátiles, según dice el ministro de finanzas del gobierno militar tailandés, Pridiyathorn Devakula.

En principio, la situación originada por la crisis de los años 1997 y 1998 parece que no se repetirá en esta ocasión. Al menos no de inmediato, afirma Juan Ramón Caridad, experto de Atlas Capital. “Lo importante es el mensaje del Gobierno tailandés para poner barreras al fuljo de capital”, destaca, que describe una situación en 2006 en la que la moneda tailandesa llevaba una “subida del 20% contra el dólar, una mejora de la balanza comercial y una masiva entrada de capitales, acompañado de la debilidad del dólar”, por lo que el Gobierno, que se impuso tras un golpe de estado hace pocos meses, decidió tomar una postura populista que favorece a las exportaciones en vista a la proximidad de elecciones.

Para Caridad, esta postura “crea inseguridad jurídica, por lo que la primera decisión del inversor es sacar el dinero”. El analista destaca que si la medida fuera “inocua” se frena la apreciación de la moneda, “pero si se te va de las manos… al final lastra el crecimiento del país”. Con todo ello, lo normal es preguntarse si esta medida se puede contagiar en otras economías de la zona, como ocurrió con la crisis de los tigres asiáticos hace una década. Por el momento, Caridad aconseja prudencia, “ya que no se dan las condiciones necesarias para el rebote”. Para este experto, “no hay que ir contra el mercado”.

La crisis de los tigres asiáticos

Para el experto de Atlas Capital, “aún no ha pasado nada preocupante, pero el problema en aquel momento era cómo podía afectar la salida de capitales a la calidad crediticia de los bancos de la zona en una economía muy endeudada. Si la salida es masiva, sube la demora de pago en los créditos”. Como aconteció en Japón, en 1998, donde los bancos japoneses sufrieron por los impagos de las multinacionales. Caridad afirma que la crisis se observa primero en la “divisa, después a los spreads y por último a la calidad crediticia”.

Según explica Juan Ignacio Crespo, especialista en mercados financieros, Tailandia ya se perfiló tres años antes de la crisis de 1997-98 como el principal candidato a una crisis de confianza. “El motivo, su elevadísima deuda exterior (es decir, en divisas) con vencimiento a corto plazo. En esas circunstancias la más mínima duda sobre si podría hacer frente a sus pagos exteriores provocaría necesariamente el que, al vencimiento de los préstamos, los acreedores extranjeros decidieran no renovarlos, provocando de golpe el mismo estrangulamiento que se temía”, explica.

Ya en aquella ocasión, “el primer chispazo es la decisión del Gobierno tailandés de devaluar su moneda tras reconocer que el nivel de reservas del banco central no eran los 30.000 millones de dólares que aparecían en las estadísticas oficiales sino apenas unos 1.100 millones que escasamente cubrían las importaciones de dos días”, resume Crespo. De este modo, se rompió la ligazón del bath, la divisa tailandesa, con el dólar y a partir de ahí “se producen devaluaciones en cadena de las monedas de los países de la zona, que tratan de evitar de esa forma el que sus productos pierdan competitividad”.

Buscar - Blog de Periodismo Económico
Google
WWW Blog de Periodismo Económico