jueves, mayo 22, 2008

La CAM sería el sexto banco del Ibex 35 por encima de Bankinter

Fuente : Invertia

La Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) ha aprobado esta tarde su salida a bolsa a través de la emisión de cuotas participativas. Una forma de participar de la entidad financiera en su perspectiva económica pero sin derechos políticos. A expensas de conocer su valoración definitiva, la segunda caja valenciana contaría con una capitalización de 6.600 millones de euros si se extrapolan los volúmenes de actividad de sus comparables cotizados en España, entre Bankinter y Sabadell.

Para este cálculo se tiene en cuenta el margen ordinario de Banco Popular (13.300 millones de capitalización), Banco Sabadell (7.900 millones), Banesto (7.870 millones) y Bankinter (3.900 millones), los principales bancos domésticos nacionales. El margen ordinario es resultado de sumar el margen de intermediación (tipo al que presta la entidad menos al que pide prestado) a las comisiones. Las dos principales actividades de cualquier banco comercial o retail.

La CAM obtuvo un margen ordinario de 1.754 millones de euros en 2007, un 25,32% más que en el año anterior. Una cifra que se sitúa cerca de las obtenidas por sus colegas Banesto (2.271 millones) y Sabadell (2.196 millones). Y por encima de los 949,8 millones que sumó Bankinter. Con las cifras de éste último y en función de su valor en bolsa, la CAM cotizaría en 7.123 millones. El mayor precio de los cuatro.

Mientras que con la de Banesto, la menos capitalizada en función de ese epígrafe de la cuenta de resultados, la caja valenciana tendría un precio de mercado de 6.083 millones. La media de las cuatro da como resultado 6.585 millones de euros. Lo que convertiría a la CAM en la empresa número 20 del Ibex 35.

El consejo aprueba la salida con el 7,5% de excedente

El Consejo de Administración de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) aprobó hoy (día 22) la emisión de cuotas participativas, con lo que será la primera caja de ahorros española que emita estos títulos, similares a las acciones pero sin derechos políticos. La emisión representará un 7,5% del excedente de libre disposición (beneficio distribuible) que será atribuido a los partícipes y tendrá tres tramos: inversores institucionales, particulares y empleados.

"La futura cotización de la CAM en bolsa a partir de la emisión", explica la entidad, supone "incrementar la transparencia en la gestión y someterla a la evaluación continua del mercado, aspectos que han sido remarcados varias veces en los últimos meses como muy necesarios en el sector por el Banco de España".

Además, con esta emisión, que rondará los 500 millones de euros, según dijo ayer a EFE el presidente del Consejo Territorial de la CAM, Armando Sala, la entidad quiere "reforzar sus recursos propios" con el objetivo de acometer los proyectos previstos en los planes estratégicos que ha diseñado para los próximos años.

Con la emisión de estas cuotas, los inversores tendrán por primera vez la posibilidad de participar directamente en el negocio de una caja de ahorros, "formando parte de un proyecto de crecimiento en el ámbito financiero y con una profunda implicación en el ámbito de las Obras Sociales", explica la CAM.

Según Roberto López Abad, director general de la caja de ahorros, "hoy es un día muy importante para CAM", puesto que "más allá del importe de la emisión", "hemos abierto la vía que nos permite competir en total igualdad de condiciones con el resto de entidades financieras".

Para López Abad, "la primera emisión de cuotas participativas del mercado es un hito que garantiza la continuidad del modelo fundacional de la caja, abriendo a los inversores de renta variable la posibilidad de participar en un modelo de negocio muy atractivo, tanto por su rentabilidad y eficiencia en lo financiero como por su espíritu social último".

La emisión acordada hoy está dentro de los criterios previamente aprobados por la Asamblea General de la Caja: no supera el límite máximo inicial autorizado del 20% del excedente de libre disposición de la Caja y su ejecución se producirá dentro del plazo de tres años otorgado el pasado 14 de diciembre.

La operación se hará mediante una única emisión, con obligación explícita de amortización en caso de que se produjese alguna modificación de la normativa vigente que propusiera conferir derechos políticos a las cuotas emitidas, según la nota.

A partir de la aprobación de la emisión por parte de la CNMV, la operación seguirá los plazos previstos en la legislación vigente, aprobada en 2004, para este tipo de ofertas en los mercados de valores.

El BCE impide abaratar la financiación empresarial pese a caer la prima de riesgo


Fuente : Invertia

La relajación de la prima de riesgo respecto a la deuda ha permitido a la banca acaparar liquidez en mercado desde abril. Sin embargo, los precios de emisión de los bonos, su coste, se distancian poco de los de hace 60 días, en plena crisis de confianza tras el atisbo de quiebra de Bear Stearns. Esto es así debido a la indeleble postura de tipos del BCE: el swap a 3 años en euros, usado como referencia para las emisiones a tipo fijo, ha subido 70 puntos básicos (pb) desde mitad de marzo.

Mientras, el credit default swap (CDS) ha caído en 100 pb en las principales entidades financieras. Por lo que la diferencia entre una emisión efectuada el 17 de marzo, en el pico de la crisis, y una realizada ahora es de apenas 30 pb, un 0,3%. El CDS es un derivado de crédito para proteger los impagos y que marca el precio de las emisiones de deuda. Es decir, marca la prima de riesgo de un bono. El swap, por su parte, es un contrato futuro sobre tipos de interés.

Para el ejemplo se toma como referencia el CDS de Santander, primera entidad financiera española. Este derivado en el resto de bancos mundiales de referencia se ha movido en el tiempo de forma paralela al de la entidad que preside Emilio Botín, según datos recabados en Bloomberg.

Si el banco cántabro decidiese ahora emitir 1.000 millones de euros en bonos a tres años, tendría que ofrecer al mercado un tipo del 5%, producto de la suma del mid rate swap (4,61%) y el CDS del mismo vencimiento (39 pb). Lo que equivale a un total de 150 millones en intereses.

En el caso de que Santander hubiera colocado 1.000 millones en bonos el 17 de marzo, máximo del CDS a tres años (136 pb) y con el swap al 3,9%, el coste hubiera sido de 157,8 millones. A un tipo del 5,26%. En cualquier caso, no cabe duda de que el relajamiento en el precio de los CDS ha propiciado la salida de la banca al mercado mayorista en la búsqueda de liquidez. Muy lejos en todo caso de los 5 pb que marcaban los CDS antes de la crisis subprime.



Ahora bien, las emisiones de deuda a tipo variable sí se han beneficiado de la mayor confianza del mercado en el sistema financiero. Estas últimas toman como referencia el Euribor a 3 meses más un diferencial que suele estar asociado también a los CDS. El índice de referencia de la zona euro con ese vencimiento se situó el 17 de marzo en el 4,62%, mientras que ahora cotiza en el 4,89%.

Por lo tanto, apenas existen 27 puntos básicos de diferencia, mientras que el CDS se ha rebajado en casi 100. Aunque la perspectiva es que el Euribor continúe su movimiento al alza debido a la presión de la inflación y la ortodoxia monetaria de la institución que preside Jean Claude Trichet.

Para Inverseguros, las emisiones de deuda son en todo caso una “buena noticia”, ya que “el mercado se va relajando y eso se nota en el hecho de que cada vez son más las entidades financieras que acuden al mercado de deuda y en la caída de los spreads”. Además, las principales entidades españolas necesitan hacer frente a los vencimientos de 2008, que suman casi 50.000 millones de euros. Por lo que se antoja inevitable salir al mercado. E imprescindible que la correa de transmisión monetaria esté engrasada.

Bancos y cajas españoles han colocado 16.000 millones en bonos

Desde que Santander abriese fuego con su primera colocación de 2.500 millones de euros en bonos a tres años con una prima del 5,125%, varias entidades españolas se han lanzado al ruedo de las emisiones de activos de renta fija para hacer frente a sus vencimientos y procurar liquidez para su actividad. En total, bancos y cajas nacionales han acaparado 16.250 millones de euros desde abril.

La entidad que preside Emilio Botín ha emitido activos –la mayoría bonos senior- por 6.845 millones en cinco emisiones, una de ellas en libras y otra a través de su filial portuguesa Totta. Caixa Catalunya sorprendió con una colocación de cédulas hipotecarias por 1.750 millones de euros, mientras que La Caixa ha obtenido liquidez por 2.500 millones en dos emisiones de cédulas.

Bankinter (1.500 millones en cédulas), Caja Madrid (1.250 millones en bonos), Banco Sabadell (1.250 millones en cédulas) y Bancaja (1.150 millones en dos operaciones) completan el grupo de entidades españolas que han desafiado las inclemencias del mercado.

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