jueves, abril 19, 2007

La expedita expansión de Sacyr le genera una deuda que duplica su valor en Bolsa


Fuente : Invertia

La empresa controlada por Luis del Rivero y su grupo de socios no parece encontrar un tamaño que les satisfaga. En menos de cinco años, Sacyr ha sacado de la chequera 14.200 millones de euros en la absorción o toma de posiciones relevantes en otras compañías. Un afán de expansión que le ha permitido multiplicar por más de ocho su capitalización bursátil y casi por seis sus ventas. Desde Vallehermoso hasta Repsol, pasando por Eiffage, las cuantiosas inversiones también han engordado otros parámetros de sus fundamentales. Sacyr presenta una deuda a cierre del año pasado de 23.600 millones, diez veces superior a la de 2002 y el doble de su valor en bolsa.

El último golpe de efecto de la compañía que preside Luis del Rivero es el órdago a su participada Eiffage. Después de invertir cerca de 1.900 millones de euros en la toma del 33% del capital de la francesa –con plusvalías latentes en este momento de 2.500 millones-, Sacyr ha tomado la vía directa. La constructora ha presentado una OPA sobre el 100% de la presidida por Jean Francois Roverato mediante canje de papel, para lo que ampliará capital en 149 millones de títulos, unos 6.800 millones de euros a precios actuales. Iberdrola tiene el honor de ser la empresa española no financiera que ha realizado la ampliación más abultada con 8.600 millones.

La ebullición del sector del ladrillo en los últimos años ha permitido a las constructoras contar con un imponente flujo de caja y obtener una impresionante margen de beneficio en su actividad primaria. Un elemento este último que ya muestra signos de agotamiento. Esa es la razón de que Sacyr y el resto de sus competidoras hayan optado por diversificar su actividad a otros campos de la economía. En la compra del 20% de Repsol YPF, la segunda constructora española por capitalización bursátil invirtió 6.525 millones de euros. Las minusvalías latentes en la petrolera, en la que cuenta con tres consejeros y comparte gestión con La Caixa, ascienden a 300 millones.

Los fundamentales de Sacyr Vallehermoso han engordado en todos sus epígrafes desde que, entre 2002 y 2003, saliese del anonimato tras la compra de Vallehermoso. En mayo de 2002, se hizo con el 24,5% de la inmobiliaria a Santander por 568 millones de euros, de los que el banco extrajo una plusvalía de 300 millones. Sacyr financió la compra con una combinación de deuda (80%) y recursos propios (20%). El año siguiente se fusionaron ambas empresas con canje de acciones para el que se tasó la inmobiliaria en 1.560 millones y en 1.300 a Sacyr. Vallehermoso amplió capital por 820 millones y Sacyr se quedó con el 53% del grupo resultante.

Entre 2002 -antes de la fusión- y 2006, la constructora ha multiplicado por seis sus ventas desde los 833 hasta los 4.684 millones de euros, en tanto que su resultado neto ha crecido de los 207 a los 542 millones. La capitalización bursátil de la presidida por Luis del Rivero se ha disparado de forma más acusada desde los 1.500 millones hasta los 12.765 actuales. Desde los nueve euros por acción hasta los 44,85 con los que cotiza en este momento. Ahora bien, todo este crecimiento no habría sido posible sin la inestimable ayuda de la financiación externa. Las cuentas de Sacyr Vallehermoso reflejan a cierre de 2006 una deuda de 23.600 millones de euros, -según consta en la CNMV- cuando ésta era apenas de 2.405 millones hace un lustro. El mayor incremento aconteció el año pasado, ya que la constructora casi consigue duplicar los 12.327 millones con los que cerró 2005.

En parte por la adquisición de Europistas tras imponerse a Isolux Corsán en una encarnizada puja. Sacyr Vallehermoso pagó 9,15 euros por cada acción de la concesionaria, lo que elevó el desembolso total hasta los 724 millones. La constructora es titular en este momento de más del 91% del capital de la sociedad junto a varias cajas de ahorro. Una vez alcanzado el objetivo, los planes pasan por sacarla a Bolsa una vez concluya la fusión con su filial Itinere. Para ello, Sacyr rascó de su bolsillo otros 160 millones para hacerse con el 8,62% que aún no poseía de Itinere y que estaba en manos de las cajas gallegas.

El proceso viene de tiempo atrás. En mayo de 2003, la SEPI adjudicó la Empresa Nacional de Autopistas (ENA) a un consorcio liderado por Sacyr, con el 50%, y compuesto además por SCH (20%), Caixanova (10%), Caixa Galicia (10%), Torreal (5%) y Caja el Monte (5%). El desembolso conjunto fue de 1.586 millones de euros, muy por encima del mínimo fijado por la sociedad estatal en 1.100 millones. Al poco, Sacyr se hizo en solitario con el 100% de ENA tras comprar los paquetes de sus socios. La contrapartida a las cajas gallegas fue el 8,62% de Itinere ya mencionado.

De los humildes inicios al intento de asalto a BBVA

La Sociedad Anónima de Caminos y Regadíos (Sacyr), fundada en 1986 con un capital de 240.000 euros por cuatro socios entre los que se encontraban el propio presidente, José Manuel Loureda y Manuel Manrique, llevó a cabo su primera expansión fuera de nuestras fronteras con la compra de la constructora portuguesa Somague. En un primer momento, Sacyr se hizo con un 29,6% del capital. El siguiente paso fue la integración, culminada a finales de 2003 mediante una ampliación de capital y una OPA por el 6% que aún flotaba en el mercado. El coste de la operación ascendió a unos 540 millones de euros.

Apenas tuvieron que transcurrir unos meses para que la constructora abordara el proyecto de mayor envergadura de su historia. Al final, aguas de borraja, aunque con jugosos beneficios. Sacyr intentó la toma de una posición relevante en BBVA con la compra, frustrada, de un 3,1% del capital por más de 1.300 millones de euros. El resultado fue la salida al poco del accionariado. Eso sí, con 149 millones de plusvalía amasados en un corto periodo de tiempo.

Un dinero que le vino de perlas para tomar el 100% de Sufi, una sociedad controlada por Torreal (Juan Abelló, vicepresidente de Sacyr) y dedicada a los servicios. La constructora invirtió 142 millones de euros y reforzó de paso a Valoriza, su filial dedicada a ese tipo de actividades.

Las inversiones de Sacyr Vallehermoso en Francia no se ciñen a Eiffage. El grupo sacó a cotizar al parqué parisino a Tesfran después de adquirir por más de 600 millones Torre Adria, situada en el barrio de La Defense (París) y alquilada a la multinacional de servicios petroleros Technip. La previsión de la compañía, filial de la patrimonial Testa, es realizar inversiones de entre 1.000 y 1.500 euros de aquí al año 2008 para conformar un portafolio de inmuebles en Francia.

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