jueves, junio 12, 2008

El cierre de posiciones bajistas lanza a Popular en medio de rumores de OPA

Fuente : Invertia

Nadie en el mercado cree en una oferta sobre Banco Popular. El 40% del capital está en manos del núcleo duro, las perspectivas económicas son desfavorables y el margen de mejora en la gestión es reducido al ser uno de los bancos más eficientes del mundo. Operadores consultados aseguran que el rebote de hoy, -tras publicación en un diario económico de una posible OPA de un grupo mexicano- se debe al “cierre de posiciones cortas” (bajistas) después de haber tocado suelo en “9,2 euros”. Intermoney, que ayer compró a manos llenas, es el broker más vendedor de la sesión.

“Está clarísimo que es un rumor infundado, el valor tiene una clara tendencia bajista y los que compraron ayer están vendiendo hoy”, explica un operador de mercado que prefiere mantener el anonimato. “Está habiendo muchos cierres de cortos, que ya tienen su trabajo hecho tras tocar Popular el soporte claro de 9,2 euros”.

Ayer, Intermoney se hizo con 859.000 acciones de Banco Popular sin traspasar ninguna. El precio medio al que compró el intermediario fue de 9,5 euros. Esta mañana, Intermoney ha vendido 1,56 millones de títulos de la entidad financiera sin haber efectuado ninguna adquisición. El precio medio, 9,8 euros. Fortis y Santander también se han decantado de forma clara hoy por las ventas.

Justo a la inversa de la operativa de UBS y Merrill Lynch, dos de los operadores más activos en la negociación con títulos de Popular. El broker del banco suizo traspasó ayer algo más de 700.000 acciones netas, mientras que hoy ha recomprado cerca de 850.000. Merrill Lynch vendió ayer casi 560.000 acciones netas, mientras que hoy ha adquirido 1,34 millones de títulos, también de forma neta (compras menos ventas).

“Que aquí no meta mano quien la tiene que meter es increíble. Compras en la apertura y vendes en el calentón”, comenta a este portal un broker de una casa nacional. “Es absolutamente increíble, una vergüenza, lo que está pasando con la operativa del valor”.

El último dato del que dispone la Bolsa de Madrid indica que el 39,6% del capital de Banco Popular, 481,7 millones de títulos, está en préstamo. Cuando a inicios del curso esa cifra era de apenas del 27,5%. Un inversor toma acciones prestadas si prevé caídas del valor en bolsa. Una vez que las toma en préstamo, las vende en mercado con la esperanza de recomprarlas en un futuro más baratas.

La entidad que preside Ángel Ron vive desde el 19 de mayo un calvario bursátil. En 14 sesiones consecutivas a la baja, perdió más del 17% de su capitalización. Desde los 11,41 hasta los 9,44 euros (6 de junio). Ayer, volvió a caer hasta los 9,26 euros. “Para favorecer el inicio de una reacción alcista, es necesario que se pueda apreciar un cierre diario por encima de […] 9,85 euros”, expresa Noesis, que recomienda estar al margen del valor a largo y corto plazo. “Por debajo de 9,20 euros, lo más probable es que la cotización volviera a buscar apoyo en el origen de la última reacción alcista en 8,50 euros”.

Los analistas desechan una oferta por Popular

“Yo no lo veo claro, no le doy credibilidad, sobre todo a los precios actuales”, explica Javier Bernat, analista de Caja Madrid. “Es un banco saneado y su valor a largo plazo es mucho mayor. Además, no creo que el equipo gestor esté dispuesto a vender. Además, a estos precios lo compraría un competidor español, como BBVA o Santander, para hacer masa crítica en el mercado nacional”.

Esta mañana, el diario gratuito Negocio publicaba en portada de fuentes “cercanas a la operación” que un grupo de inversores mexicanos “estudia” lanzar una OPA sobre Banco Popular a un precio de 14 ó 14,5 euros por acción, lo que representaría una prima del 45% respecto al precio actual de 9,66 euros. Este grupo contaría con el asesoramiento del banco británico HSBC.

“Es complicado que prospere una OPA con el actual núcleo duro, ya que pueden bloquear cualquier intento”, expresa un analista de banca de una entidad foránea. Según datos de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el 43,6% del capital de la entidad está cautivo, en manos de la Sindicatura de Accionistas (14,48%), Allianz (9,56%), Americo Amorim (7,8%), Ram Bhavnani (4,9%), Nicolás Osuna (3,9%) y Trinitario Casanova (3,08%).

Ahora bien, este experto consultado considera que a los precios de los que se habla (14-14,5 euros) es factible que algún accionista considere la posibilidad de vender. “Allianz podría buscar rentabilidad para su inversión, respecto a Amorim, tiene mucho dinero y es difícil de saber”.

Además del importante núcleo duro con el que cuenta la entidad, los expertos señalan que este no es el mejor momento para comprar un banco en España. “Si estuviera mal gestionado, todavía. Pero es líder en eficiencia. ¿Qué valor añadido puedes darle? No hay sentido estratégico ni financiero”, comenta un analista del sector que prefiere guardar el anonimato.

Espirito Santo, por su parte, ve “poco probable que se lance una OPA por un banco español con la prima citada considerando las perspectivas económicas actuales”. BPI considera “neutral” la noticia publicada esta mañana, y duda de la “credibilidad del rumor”, aunque cree que “puede incrementar la especulación alrededor del valor en el corto plazo”. Además, el banco portugués recuerda que Ram Bhavnani ha “entrado recientemente en el capital de Popular tras vender su participación en Bankinter y que, en 2003, desinvirtió en Banco Zaragozano para entrar en Bankinter”.

Los bonos pierden el 5% en el año y no escapan al descalabro de los mercados


Fuente : Invertia

La condición como valor refugio de la renta fija soberana ante los vaivenes de las bolsas está bajo lupa. Por un lado, la rentabilidad del bono español a 10 años apenas cubre el atropellado encarecimiento de los precios. Por otro, la cruzada del BCE para contener la inflación, aunque sea a costa de poner en riesgo el crecimiento, ha depreciado un 5% el precio de estos bonos desde febrero, su fecha de colocación. Un guarismo éste último que supera al cupón con el que fueron emitidos (4,1%).

El Tesoro público vendió al mercado el pasado 12 de febrero 5.000 millones de euros en bonos con vencimiento a 10 años, según datos de Bloomberg. Con una inversión mínima de 1.000 euros, el inversor podía adquirir los activos con un precio de salida de 99,2 (debajo de la par) y una rentabilidad del 4,1%, pagadera de forma anual todos los 30 de julio hasta 2018.

Un activo refugio que casi cubría la carestía de la vida, ya que el IPC de España marcó el 4,2% en enero (ahora está en el 4,6%). Pero que además ofrecía una posibilidad clara de revalorización ante las serias incertidumbres que sacudían a la economía mundial. EE UU podía entrar en recesión, mientras que Europa estaba abocada a una manifiesta desaceleración del crecimiento. El único interrogante era la velocidad del deterioro de la economía.

Pero en sólo cuatro meses los riesgos de crecimiento se han metamorfoseado en una clara inquietud por la inflación. El petróleo ha subido más de 30 dólares por barril en cuatro meses, mientras que alimentos como el maíz se han encarecido más del 50% en el año. Esta última explosión del precio de las commodities, un par de datos tranquilizadores sobre el estado de salud de la economía (PIB de Alemania y EE UU) y la debilidad del dólar provocan que los bancos centrales (BCE y Fed) hayan explicitado sus esfuerzos a combatir la inflación.

El precio del bono a 10 años ha caído un 5% desde que fuera emitido en febrero, desde 99,2 hasta 94,2. La rentabilidad, inversa al precio, ha aumentado por el contrario desde el 4,1 hasta el 4,82%, máximo en casi cinco años. El resto de bonos con distintos vencimientos se ha comportado de manera similar. El activo del Tesoro a tres años, emitido en diciembre de 2007 ha perdido un 3,9% desde el máximo de febrero, mientras que el precio del de cinco años, colocado a inicios del ejercicio pasado, es ahora de 96,76, un 4,9% inferior al marcado el 11 de febrero.

El funcionamiento del mercado de bonos se basa en las expectativas de tipos. Si se espera una subida, la nueva emisión de bonos que efectúe el Tesoro tendrá un cupón mayor, por lo que lo normal es desprenderse del bono antiguo con el consecuente efecto en su precio y en la rentabilidad. Si se esperan un abaratamiento del precio del dinero, el movimiento del mercado es a la inversa.

El panorama futuro no parece halagüeño. El precio de los bonos soberanos caerá en América, Asia y Europa durante los próximos seis meses por el encarecimiento de los precios, recoge Bloomberg de una encuesta realizada a 4.533 usuarios de todo el mundo. Los británicos, brasileños, españoles e italianos han cambiado sus expectativas desde la encuesta anterior.

La rentabilidad media de los bonos del Tesoro de todo el mundo subió desde el 2,77% registrado en marzo hasta el 3,67% de mayo, según datos recopilados por el banco de inversión estadounidense Merrill Lynch.

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