viernes, marzo 02, 2007

Las empresas españolas se codean en beneficios con las grandes del mundo



Fuente : Invertia

Las grandes empresas españolas han dado el salto. La primera operadora de telefonía del mundo por número de clientes, el segundo banco que más gana en la Europa continental o la entidad financiera más importante en el sur de EE UU son pinceladas de unos gigantes hace pocos años impensables. Para ello, han tenido que invertir 154.000 millones de euros en los últimos ocho años pero el fruto está claro: han logrado multiplicar sus beneficios y codearse con las grandes del planeta.

Las compañías españolas recordarán 2006 como el mejor de su historia. Los cinco blue chips que forman parte del Ibex 35 obtuvieron en ese periodo un beneficio neto de 24.660 millones de euros, un 19% más que el año anterior. La expansión internacional y un entorno de bonanza económica han permitido esta progresión, lo que les permite consolidarse entre las grandes del continente. Santander es la cuarta empresa del Eurostoxx 50 con los resultados más abultados. Eso sí, a años luz de los gigantes estadounidenses. Sólo la petrolera Exxon Mobil gana más dinero que el banco presidido por Emilio Botín, Telefónica, BBVA, Repsol y Endesa juntas.

El primer paso está dado. A lo largo de finales de siglo XX y comienzos del actual, las cinco grandes multinacionales españolas se lanzaron de lleno a las compras, con Iberoamérica como blanco principal de sus objetivos. En un periodo que va de 1998 a 2006, han gastado una cantidad superior a los 154.000 millones de euros -25,7 billones de pesetas- en adquisiciones, según los datos recopilados por la agencia Bloomberg, lo que les ha permitido diversificar de tal modo que sus ingresos provienen en un 50% de fuera de nuestras fronteras. Sin duda, este suceso histórico ha permitido que en 2006 Santander, Telefónica, BBVA, Repsol y Endesa ganen 24.660 millones de euros, un 18,7% más que el año anterior.

Las cantidades, por sí solas, son mudas. El hecho de que Santander, la empresa que más gana en España, haya presentado los mejores resultados en sus 150 años de historia es un elemento reseñable, pero de poco sirve si no se compara con el resto de compañías con las que se codea a diario en los mercados internacionales. La globalización siembra el terreno por donde todas transitan y, dentro de él, la entidad financiera controlada tradicionalmente por la familia Botín se ha hecho con un relevante hueco.

El primer banco nacional obtuvo un beneficio neto de 7.597 millones de euros en 2006, lo que supuso una mejora del 22,1% respecto al periodo anterior. Esta cifra le consolida en cuarto lugar del selectivo Eurostoxx 50, apenas superada por la petrolera gala Total, que se embolsó en neto 11.768 millones, la italiana Eni, con 10.412 millones y el banco asegurador holandés ING, que superó a Santander por menos de 100 millones de euros.

El camino no ha sido fácil para la entidad cántabra. Desde 1998, ha sacado a relucir su músculo financiero en gran cantidad de ocasiones, lo que, según los analistas, ha lastrado su valor bursátil. En apenas ocho años sacó de su chequera 42.500 millones de euros con el afán de convertirse en uno de los grandes bancos del mundo. En su proceso de expansión por América y Europa, se llevó por delante al británico Abbey en 2005 por más de 11.000 millones de euros, al Central Hispanoamericano en España por 9.550 millones, al Banco de Sao Paulo por algo más de 3.600 millones, al Sovereign americano y a un gran número de pequeñas entidades en Iberoamérica.

Resultado, Santander ha multiplicado por más de seis su beneficio desde 1998, lo ha diversificado hasta tal punto que casi el 50% proviene de fuera de España y se ha convertido en la mayor franquicia de distribución minorista de banca en el mundo occidental, con 10.852 sucursales, y emplea a 129.749 personas, que atienden a 67 millones de clientes.

Dentro del sector, es el séptimo banco del mundo que más gana, sólo superado por el norteamericano Citigroup (16.400 millones), HSBC, con un estimado de 12.721 millones de euros, JP Morgan, con 11.000 millones, Royal Bank of Scotland, que ganó en 2006 9.639 millones, UBS, con 7.792 millones e ING, 7.692 millones. En EE UU, un mercado más atomizado, sería medalla de bronce muy por delante de Bank of America. País donde otra de las multinacionales españolas quiere convertirse en una gran estrella.

De chico feo a gran conquistador

Francisco González, presidente de BBVA, dijo tras la compra -aún no formalizada- del norteamericano Compass Bancsahres, que el grupo pasaba de “jugar en la Champions a estar en la NBA”, y que la adquisición, valorada en 7.300 millones de euros, le permitía conquistar al “amor platónico, la novia deseada, la chica más guapa del barrio” cuando hace dos años y medio eran “los más feos y los más bajos”. Los hechos así lo constatan.

BBVA, la empresa 39 del mundo por ganancias y 15º banco según ese criterio, obtuvo en 2006 un beneficio neto de 4.736 millones de euros. Esta cantidad supera en un 342,6% el alcanzado en 1998, año en el que comenzó la gran expansión con la compra de Argentaria por 8.500 millones de euros y que remató en 2004 cuando se hizo con el Bancomer por menos de 3.000 millones. El año pasado, se lanzó en picado a por pequeños bancos del sur de EE UU que le permitirán convertirse en la entidad de referencia en el sur de la principal economía del mundo.

En la actualidad, la mitad de sus ingresos vienen de fuera de España, y el banco mexicano juega un papel decisivo. En total, la entidad vasca ha gastado 25.000 millones de euros en compras en ocho años, compensadas por unas desinversiones industriales –Repsol, Iberdrola, Metrovacesa- que llevan aparejadas jugosas plusvalías. Éstas han contribuido, en parte, a que sus resultados se sitúen por encima de los de ABN Amro, Lloyds, Fortis, Banca Intesa San Paolo o Bank of America.

Más de 200 millones de clientes y un billón de pesetas de ganancias

El crecimiento económico en Iberoamérica durante los últimos tres años ha impulsado el negocio de Telefónica, la compañía que preside César Alierta. A principios de siglo, la estrategia pasaba por la adquisición de las operadoras públicas de las principales economías de la región. La operación, conocida por el nombre de Operación Verónica, le permitió reorganizar su negocio tras hacerse con Telefónica de Argentina, Telesp y Tele Sudeste (Brasil), y Telefónica del Perú. Sólo en Sudamérica, Telefónica se ha dejado más de 18.600 millones de euros en adquisiciones.

Esa es una de las causas de que la principal operadora del mundo, con casi 205 millones de usuarios –el 3,5% del planeta es cliente de Telefónica-, haya alcanzado un beneficio en 2006 de 6.200 millones de euros para alcanzar el puesto número 28 en la tabla de ganancias y ser la segunda, apenas superada por Vodafone (9.300 millones de euros), dentro de su sector. El gigante de las comunicaciones americano AT&T está detrás de una compañía que es, además, el segundo valor más negociado dentro del selectivo Eurostoxx 50. El primero es Santander.

Los tentáculos de Telefónica alcanzan también otros países dentro del continente europeo. Sus nuevos mercados estratégicos son Alemania, Eslovaquia, República Checa, Reino Unido e Irlanda. Gran parte de la culpa la tiene la adquisición a finales de 2005 de la compañía británica de telefonía móvil O2. Por ella, la operadora española pagó la nada desdeñable cifra de 23.600 millones de euros al cambio de hoy. En total, desde 1998, Telefónica ha invertido casi 61.000 millones de euros en compras para multiplicar su beneficio por 4,75.

La energía se expande fuera de nuestras fronteras

Repsol se hizo mayor en 1999 con la adquisición de la argentina YPF por 11.800 millones de euros, más de un tercio de su actual valor en bolsa. Como explica Mauro F. Guillén, Catedrático de Dirección Internacional de Empresas en la Wharton School de la Universidad de Pennsylvania, existen empresas que “han invertido para garantizar su acceso a recursos materiales y materias primas vitales para su futuro, como en el caso de los sectores petrolero y pesquero”. En esta definición entra la compañía controlada por La Caixa y, desde hace pocos meses, por la constructora Sacyr Vallehermoso.

Exxon Mobil, la mayor petrolera y empresa que más dinero gana del planeta, multiplica por diez el beneficio de Repsol, mientras que el resto de sus competidoras británicas y europeas, Royal Dutch Shell, BP, Total y Eni, se mueven en unos guarismos aún inalcanzables para la presidida por Antoni Brufau. Aún así, Repsol cuenta con una posición privilegiada en América del Sur. Actualmente, es la mayor compañía privada energética en Latinoamérica en término de activos, líder en España y Argentina y se ha consolidado como una de las diez mayores petroleras privadas del mundo. Su crecimiento le ha permitido ganar en 2006 3.124 millones de euros, un 257,4% más que hace ocho años.

El caso de Endesa, la empresa de moda por los continuos pretendientes que han intentado cortejarla desde finales de 2005, es distinto al de la petrolera hispano argentina. En este momento, continúa siendo la mayor empresa eléctrica de España y la primera compañía eléctrica privada de Iberoamérica. Pero además, es un operador eléctrico relevante en el arco europeo mediterráneo, especialmente en Italia, y realiza actividades en otros países europeos, como Francia. La cuenta de resultados no miente, y ésta refleja que Latinoamérica representa el 30% del negocio, Europa, el 21,4%, por lo que España representa menos de la mitad del total de los ingresos.

Desde 1998, Endesa ha aumentado su beneficio en un 171% hasta los 2.969 millones de euros obtenidos este año. En parte gracias a las adquisiciones efectuadas desde esa fecha, cifradas en 9.000 millones. Sevillana, la chilena Enersis y Endesa Italia, adquirida al Santander, han permitido a la compañía que preside Manuel Pizarro alcanzar el puesto número 62 en el ranking mundial por beneficios y la quinta dentro de su sector, por delante de gigantes como la germana RWE y la francesa Suez y a muy poca distancia de la italiana Enel.

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