jueves, octubre 25, 2007

Repsol y BP se disputan el último puesto del sector en rentabilidad en una década

Fuente : Invertia

El sector del petróleo ha disfrutado de una década de brillante esplendor gracias al fuerte encarecimiento del precio del crudo y el aumento de la presión de la demanda, conceptos interrelacionados entre sí y que dependen en gran parte del crecimiento de las economías emergentes. Repsol YPF y British Petroleum (BP) son las corporaciones que peor han lidiado en este contexto y, por ende, las menos generosas con sus accionistas, con retornos inferiores al 10% medio anual desde 1999. Por el contrario, Petrochina, Lukoil, China Petroleum y Petrobras han superado el 40%.

El tiempo ha demostrado que la apuesta de Repsol por Argentina ha sido desafortunada. Los gestores de la antigua petrolera pública española invirtieron en 1999 más de 17.500 millones de dólares en YPF. El objetivo, ganar tamaño para competir con solvencia a escala internacional y codearse con los grandes grupos europeos y norteamericanos. En menos de diez años, Repsol YPF se ha quedado atrás, tanto en volumen de ventas como beneficio neto y capitalización.

Datos matizables si la estrategia corporativa de la petrolera hubiese revertido en un mayor beneficio a sus accionistas. Elemento del que Repsol YPF tampoco puede presumir, tanto en los años de Alfonso Cortina como presidente como en los de Antoni Brufau, que en enero 2005 asumió los poderes ejecutivos de la petrolera.

En el periodo comprendido entre 1999 y la tercera semana de octubre de 2007, Repsol YPF ha retribuido a sus accionistas con un retorno medio anual, resultado de la suma de revalorización en bolsa más dividendo, del 9,57%, por debajo de la media del sector (24,2%). En total, la revalorización acumulada en ese periodo de Repsol YPF si se incluye el dividendo ha sido del 123,6%.

El relevo en el equipo directivo a comienzos de 2005 trajo consigo un mayor retorno a los accionistas, ya que la entrada de Antoni Brufau, actual presidente, se produjo en un momento dulce de los mercados. Durante su etapa, la retribución a los dueños de Repsol ha alcanzado el 13,3% medio anual, por encima del 6,48% de la corporación Cortina. En todo caso, muy por debajo de la media del sector, que alcanza el 33,3% en el periodo que va desde 2005 hasta la actualidad. El selectivo Ibex 35 ha reportado el 22,5%.

A pesar del incremento en el precio de la materia prima, más que nunca oro negro tras revalorizarse el 700% en los últimos ocho años, los problemas en Sudamérica han sido un escollo insalvable para la petrolera española. Si por algo se ha caracterizado el mandato de Antoni Brufau ha sido por las continuas malas noticias provenientes de Bolivia y Argentina. En enero de 2006, revisó un 25% a la baja sus reservas probadas. Cuatro meses más tarde, Evo Morales nacionalizó el sector de los hidrocarburos en Bolivia.

Al final, la solución de los gestores de la petrolera pasa por poner el 40% de YPF en manos de inversores del país de la Plata para dar un impulso a las relaciones con la administración Kirchner y diluir riesgos. El 28 de octubre se celebran comicios en Argentina, con la esposa del actual presidente como favorita para habitar la Casa Rosada. La venta está prevista para el primer trimestre de 2008.

En el lado del haber, la entrada de Sacyr Vallehermoso en el accionariado de Repsol YPF, que lleno el vacío del abandono de BBVA, supuso en octubre de 2006 un gran impulso al recorrido en bolsa del valor, deprimido hasta la fecha en el entorno de los 22 ó 23 euros por acción. Mutua Madrileña, en menor proporción, también animó la cotización en las últimas semanas, al igual que la recomendación de Merrill Lynch, que elevó el precio objetivo a 32 euros e hizo públicos los planes de la petrolera, que pasan por ser más pequeña y rentable para sus accionistas.

Las petroleras emergentes encandilan al mercado

El resurgir de las economías de los países BRIC (Brasil, Rusia, India y China) ha traído consigo grandes grupos empresariales que destacan, sobre todo, en el sector energético. Además de multiplicar por varios dígitos todos los epígrafes de sus cuentas de resultados, han reportado a sus accionistas un beneficio que supera, con mucho, el de las compañías con la sede social en economías occidentales. Petrochina, China Petroleum, Lukoil y Petrobras son los mejores ejemplos de lo primero. BP y Shell, junto a Repsol YPF, han sido las menos eficientes en su gestión.

Las multinacionales chinas, ya gigantes de escala mundial tras experimentar un imparable proceso de crecimiento en la última década, lideran la clasificación del sector en cuanto a retribución total al accionista. Petrochina, hasta hace breves fechas participada por Warren Buffet, ha reportado un 48,5% anual de media entre 1999 y la última semana de este año, por delante de su competidora China Petroleum (36,04%). Petrobras, la compañía estatal brasileña, lo ha hecho en un 44,5%, mientras que la rusa Lukoil ha permitido a sus dueños obtener una rentabilidad entre revalorización en bolsa y dividendo del 46,26% anual.

Las británicas BP y Royal Dutch Shell se sitúan en el polo opuesto. La primera supera por los pelos el 6,25% de rentabilidad media anual, mientras que la segunda alcanza el 11%. También en Europa, Total y Eni se sitúan en el entorno del 15%, un guarismo similar al reportado por los gigantes Exxon Mobil y Chevron, mientras que también en el continente americano ConocoPhilips, Marathon Oil y la canadiense Suncor ofrecen de media al año el 19,2, el 24 y el 28%, respectivamente.

Entre las pequeñas del sector, Cepsa destaca con un retorno medio anual al accionista superior al 28,2%, en la línea de la austriaca OMV (26,6%). La húngara MOL supera el 21%, en tanto que la portuguesa Galp, participada por Iberdrola y Caixa Galicia, se ha revalorizado cerca del 100% desde su salida a bolsa en octubre de 2006.

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