jueves, junio 05, 2008

Moody´s, S&P y Fitch encienden la segunda crisis bancaria y bursátil del año

Fuente : Invertia

La banca estadounidense, británica y francesa vuelve a estar en el ojo del huracán. Las agencias de calificación han resucitado esta semana los graves problemas a los que se enfrentan. Es decir, más depreciaciones de activos y ampliaciones de capital para sanear unos ratios muy dañados por la crisis hipotecaria. Hasta el momento, las entidades financieras han sufrido pérdidas en sus balances por 250.000 millones de euros y han levantado liquidez por 183.000 millones. Ibersecurities recomienda invertir en los “mejores: Santander, número uno indiscutible, y BBVA”.

Tras una primera oleada de depreciaciones de activos, sucesiones en los órganos de control de los gigantes bancarios mundiales (el último ha sido Wachovia), despidos, vertiginosos descensos en bolsa y cierre de los mercados de financiación, la crisis de las hipotecas de EE UU puede volver a golpear al sistema financiero, según se desprende de las últimas decisiones de las agencias de calificación de deuda (S&P, Fitch y Moody´s).

Unas compañías éstas últimas muy cuestionadas y cuyo modus operandi puede variar tras haber errado en la prevención de la galopante crisis que azota a las finanzas. Tras la amenaza de investigación por parte del fiscal general de Nueva York, Andrew Cuomo, las agencias han acordado cambiar la forma en la que cobran sus servicios en el sector de los valores hipotecarios para evitar la "compra de calificaciones", según Financial Times.

Al principio de semana, Standard & Poor´s (S&P) rebajó en un escalón la calidad de la deuda de tres de los mayores bancos de inversión de EE UU: Morgan Stanley, Merrill Lynch y Lehman Brothers ante la expectativa de que sufran más depreciaciones de activos en su balance. De las tres, Merrill Lynch es la más expuesta a la crisis subprime con activos contaminados por 37.000 millones de dólares, más de 24.000 millones de euros.

Aunque es Lehman Brothers el centro de todas las miradas ante la avalancha de noticias negativas acerca de su futura viabilidad. Según informaciones aparecidas en la prensa, el cuarto banco de inversión de EE UU piensa ampliar capital en 4.000 millones de dólares tras haber levantado desde febrero otros 8.000 millones. Además, podría incurrir en pérdidas trimestrales por primera vez en 14 años. A Lehman Brothers ya se le compara con Bear Stearns, que tuvo que ser rescatado de la quiebra por JP Morgan y la Reserva Federal de Nueva York.

“Fuentes de la compañía lo niegan, aunque se teme que esté recurriendo de manera intensiva a la segunda ventanilla de financiación de la Fed, lo que indicaría sus necesidades de liquidez”, expresa Laura Benito, analista de Ibersecurities. “Lehman afirma tener liquidez para todo el año, lo que no debería dar confianza a los inversores, aunque Bear Stearns dijo una semana antes de conocerse el bail-out (rescate financiero) que no tenía problemas de liquidez”.

Para la firma filial de Banco Sabadell, “la corrección inicial en el sector financiero [de cumplirse el bail-out] debería propiciar nuevamente el cherry-picking o invertir en los mejores”, entre los que destacan, según Ibersecurities, “Santander, número uno indiscutible, y BBVA”. La entidad que preside Emilio Botín acumula un descenso del 12,9% en el año, mientras que el banco vasco se ha dejado el 16,3%. A pesar de no contar activos subprime, la desaceleración del mercado inmobiliario nacional les ha pasado factura en bolsa.

A los malos augurios de la agencia S&P se unieron los de su colega Fitch Ratings, sólo que ésta última ha disparado a la banca europea. Según una nota de prensa, Societe Generale, BNP Paribas y Barclays pueden tener que ampliar capital. Las necesidades del banco británico serían de 12.000 millones de dólares, cerca de 7.800 millones de euros. Mientras que JP Morgan comentó que Deutsche Bank puede ampliar sus pérdidas subprime en otros 3.500 millones de euros. Hasta el momento, la cifra se sitúa en 4.900 millones.

De momento, Credit Agricole se ha visto obligada a anunciar una ampliación de capital de 5.900 millones de euros para cubrir las depreciaciones de activos, mientras que la entidad británica HBOS (Halifax), el mayor banco hipotecario de Reino Unido, emitirá nuevas acciones por 4.000 millones de libras, algo más de 5.000 millones de euros, si la junta de accionistas da el visto bueno el próximo 26 de este mes.

Las aseguradoras de bonos vuelven a la palestra

Como si de un déjà vu se tratase, esta semana Moody´s ha vuelto a recordar al mercado la delicada situación a la que se enfrentan las monolines, empresas aseguradoras de bonos que conceden la calificación triple A a las emisiones. La agencia de calificación se plantea una próxima rebaja de la calificación crediticia de MBIA y AMBAC, “decisión que podría impulsar una nueva oleada de pérdidas en el sector financiero”, expresan los analistas de Banco Urquijo.

“La advertencia de Moody´s […] nos recordó las preocupaciones sobre el tema tres meses atrás. Pero en aquel momento las agencias de rating afirmaron la valoración del riesgo de estas compañías, algo que sirvió para tranquilizar al mercado”, analiza José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citigroup en España. AMBAC retrocedió ayer el 17% en bolsa, mientras que MBIA lo hizo en un 15,84%. Lo que pone sobre la mesa la preocupación del mercado.

La banca inglesa sufre el brusco deterioro de su economía

Tras la nacionalización de Northern Rock, una entidad hipotecaria que basaba la concesión de hipotecas en la financiación a través del mercado en detrimento de los depósitos, Bradford & Bingley ha vuelto a inundar de desconfianza el sistema financiero británico. La pequeña entidad hipotecaria venderá un 23% de su capital al fondo de capital riesgo TPG con importante descuento para afrontar “las difíciles condiciones económicas”.

“Las cosas se han tornado para peor”, dice a Bloomberg Amit Kara, economista de UBS en Londres. “El mercado inmobiliario y el gasto del consumidor sufrirá. Estamos en un periodo prolongado de debilidad y el banco central tiene las manos atadas por la inflación”. La confianza del consumidor está en su menor nivel desde 2004, mientras que el precio de la vivienda cayó el 2,5% en abril. Además, la concesión de nuevas hipotecas cayó ese mes a su cifra más baja en nueve años.

El Banco de Inglaterra predijo el mes pasado, recoge Bloomberg, que el crecimiento económico será del 1% en el primer trimestre, el más bajo en 16 años. Incluso, el gobernador Mervyn King no descarta que la economía de Reino Unido contemple un par de trimestres con crecimientos negativos.

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