martes, junio 12, 2007

Los inversores bajistas doblan con creces a los alcistas en el crédito al mercado


Fuente : Invertia

El inversor no se fía de los actuales guarismos en los que se mueve la bolsa. Al menos el que opera a través de crédito al mercado. En este momento, existen más de 103 millones de euros en operaciones de venta, 2,5 veces más que los saldos vivos a la compra. Una tendencia que se ha acentuado desde 2006 al calor de la subida de tipos y el imparable avance del Ibex 35, lo que ha provocado que sólo cuatro valores estén más comprados que vendidos a crédito. Bankinter es el que más optimismo acapara, en tanto que sobresalen las dudas en el recorrido bursátil de Santander.

El cambio de perspectiva del inversor ha sido radical. En una mezcla de desconfianza y mayor cultura financiera, la tendencia en el crédito al mercado se ha convertido en bajista de forma muy acentuada. Como su propio nombre indica, este modus operandi permite jugar a la bolsa con títulos prestados del Ibex 35 o dinero fiado para adquirirlos con sólo efectuar un pequeño desembolso. Es decir, posibilita apalancarse para apostar a la baja o al alza.

En este momento, el saldo neto a la venta, es decir, el capital invertido por aquellos que creen que la bolsa va a bajar, asciende a 103,28 millones de euros. Por el contrario, el saldo neto a la compra, el capital invertido por los optimistas del mercado, alcanza apenas los 40,7 millones. Por lo tanto, los bajistas superan en 2,53 veces a los alcistas.

Aunque las cifras que se manejan son ridículas en comparación con lo que, por ejemplo, se puede mover en un solo día en la bolsa (35 veces más) -lo que reduce a la mínima expresión cualquier influencia en el devenir de los valores- la evolución del crédito al mercado puede aportar luz sobre el sentimiento del parqué.

Para Javier Mestre, experto de All Trading el Ibex ya ha transitado en sesiones pasadas los “máximos anuales”. El analista opina que las continuas subidas de tipos del Banco Central Europeo (BCE) están haciendo daño en la economía española, “ya que la gente presenta unos altos niveles de endeudamiento”, lo que se traslada en cierto modo a la Bolsa. Mestre estima que la institución que preside Jean Claude Trichet fijará a cierre de 2007 el precio del dinero en el 4,5%. Por ello, el experto aconseja abandonar la renta variable y optar por la fija o los fondos monetarios.

Hace un año, eran nueve los valores que contenían más órdenes de compra que de venta en el crédito al mercado, el 25,7% del Ibex 35. A cierre del pasado viernes, eran apenas cuatro, el 11,43% del selectivo español. En el mismo día de 2005, 28 valores del indicador de referencia de la Bolsa española presentaban un saldo superior de compras que de ventas, el 80%. En 2004, la cifra ascendía a 33. No deja de ser llamativo que el 8 de junio de 2006, el Ibex acumulaba una subida en el año del 3,4%, en tanto que hasta el día de hoy, la revalorización anual es del 5,6%.

Bankinter se sitúa como el valor que más desfase presenta entre los que apuestan al alza y a la baja. En total, se han pedido créditos para comprar 7.421 títulos del banco que preside Pedro Guerrero, en tanto que se demandaron apenas 798 acciones para venderlas en mercado con la intención de recuperarlas más adelante a mejor precio. En el polo opuesto se sitúa Santander. A cierre del pasado viernes, existían prestados 1,067 millones de títulos del mayor banco español, en tanto que el inversor sólo había pedido fiados 0,935 millones de euros para adquirir algo más de 69.000 acciones de Santander con la idea venderlas más caras en un futuro.

El crédito al mercado, un brindis al riesgo

El desplome del sector del ladrillo en bolsa ha pasado factura a aquellos que han destinado su capital al crédito al mercado. El ejemplo más palpable es Colonial. De media, el inversor que apostó al alza con los títulos de la presidida por Luis Portillo tendrá que pagar cinco euros por acción. La contrapartida es para aquel inversor que pensó que las acciones de la segunda inmobiliaria del país sufrirían una importante corrección, ya que vendieron de media los títulos a 4,6 euros y los podrán recuperar a los a 4,14 euros con los que cotiza en este momento tras perder más del 30% desde máximos.

Las gangas más llamativas son Gas Natural e Iberdrola, que en las últimas semanas han multiplicado con énfasis su valor en bolsa al calor de los movimientos corporativos. El inversor que apostó al alza con los títulos de la gasista podrá liquidar los contratos a una media de 36,8 euros, cuando la presidida por Salvador Gabarró cotiza en 43,4 euros. Al contrario, los que apostaron a la baja tendrán que recuperar las acciones a un precio disparado tras haberlas vendido a menos de 35 euros. En Iberdrola, de media, los alcistas comprarán de media las acciones a 40 euros, cuando opera a 43,6. Los bajistas las vendieron a menos de 40, por lo que tendrán que recuperarlas un 10% más caras.

Requisitos: 1.200 euros y un colchón por si la apuesta se desmorona

A pesar de no estar generalizado entre el grueso de los inversores, el crédito al mercado permite una mayor flexibilidad por su operativa que destinar el dinero de forma directa a la bolsa o través de fondos. Sólo se precisa disponer en efectivo 1.200 euros para la apuesta de inversión. Eso sí, el ahorrador tendrá abrir una cuenta de valores en Cortal Consors y realizar un contrato específico para la operativa en Credibolsa, además de disponer de un mínimo de 6.000 euros en cartera y o efectivo.

Para la liquidación de la operación, RBC Dexia Investor Services España concede un crédito por importe de 75% del efectivo de la operación, mientras que el inversor aportará la garantía inicial fijada en el 25% del total. Es decir, se puede jugar en bolsa apalancándose pero asumiendo el riesgo de su alto componente especulativo. Aparte del pago de intereses, si se produce un descenso igual o superior al 10% en la cotización de los títulos comprados, el inversor aportará garantías complementarias.

Los plazos de cada operación se dirimen en función del día en que se haya dado la orden a la entidad. Para las compras y ventas efectuadas en la primera quincena del mes, el vencimiento inicial será el último día hábil del mismo mes, aunque existe la posibilidad de ampliar el plazo a través de dos prórrogas de un mes cada una de ellas, de forma que la operación podría demorarse en el tiempo un máximo de tres meses. Si las órdenes se ejecutan en la segunda quincena, el vencimiento inicial será el último día del mes siguiente, con la posibilidad de usar las mismas prórrogas que en el caso anterior. En todo caso, el inversor puede liquidar los contratos en cualquier momento.

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