miércoles, marzo 14, 2007

Los tres grandes pierden 26.600 millones de capitalización durante la crisis


Fuente : Invertia

La minicrisis bursátil por la que atraviesan las bolsas mundiales está pasando factura a todos los valores, pero son los tres grandes del selectivo los que más están menguando en términos absolutos su valor de mercado. Santander, Telefónica y BBVA se han desinflado de forma conjunta en 26.600 millones de euros desde el pasado 27 de febrero, día en el que saltaron las alarmas en los mercados de renta variable por la crisis de la bolsa china y los mensajes nada halagüeños de Alan Greenspan, que alerta de una posible recesión en EE UU. La insolvencia de las entidades hipotecarias de alto riesgo en la principal economía del mundo ha ahondado más en la herida.

El Ibex 35, al igual que el resto de mercados mundiales, no levanta cabeza desde el 27 de febrero, día de pánico en las bolsas. Después de acumular hasta ese mes nueve consecutivos al alza, las correcciones se han instalado con virulencia para perjuicio del selectivo, que ha perdido en doce sesiones cerca del 8,5%, 1.254 puntos. Los tres grandes valores del parqué español ponderan con más del 40%, por lo que sus caídas influyen de manera decisiva en el comportamiento del índice.

Al contrario de lo que esperaban los analistas, Santander, BBVA y Telefónica no solo no han servido como refugio para la tempestad, sino que forman parte del grupo de los más perjudicados. Santander se ha dejado 10.800 millones de valor bursátil, más del 12%. Telefónica cuesta en este momento 74.900 millones, frente a los 84.000 de hace doce sesiones. El inversor también ha salido en espantada del banco que preside Francisco González, cuya capitalización se ha esquilmado en 6.600 millones de euros, cerca de un 10%. Total, se han esfumado 26.600 millones de euros, el precio de mercado de Inditex.

Una de las causas es el abultado descenso que ha sufrido la bolsa china, fundamentado en el temor a que las autoridades puedan imponer controles para frenar la especulación que ha llevado a las bolsas de este país a ganar cerca de un 160% en los últimos doce meses. En sólo una sesión, la del 27 de febrero, perdió más del 9%, niveles que no ha vuelto a recuperar. La otra es el alarmista mensaje del anterior presidente de la Reserva Federal, el magnánimo Alan Greenspan. Dijo que la economía americana podría entrar en recesión a lo largo de 2007 y las sombras sobrevolaron los parqués de todo el mundo. Al poco matizó sus declaraciones: “hay un tercio de posibilidades” de que ocurra.

Pero desde ese momento ya nada es como antes. Cualquier dato macroeconómico que no cumpla las expectativas se interpreta a la tremenda. Pero la gota que ha colmado el vaso ha sido el hundimiento de las compañías hipotecarias americanas de alto riesgo. New Century Financial y Accredited Homes Lenders se desplomaron en bolsa –de hecho, ya no valen casi nada- por no poder responder ante sus acreedores debido al enfriamiento del mercado inmobiliario, que está provocando un aumento de la morosidad.

Sus acreedores son, claro está, los grandes bancos americanos, que se preparan para lo que puede ser un crac inmobiliario en toda regla. El referente es HSBC, que en febrero anunció un aumento en sus provisiones por insolvencia y otros riesgos crediticios en 2006 hasta un 20% por encima de la previsión de 8.800 millones de dólares, sobre todo para las hipotecas estadounidenses. Santander y BBVA tienen una gran exposición a este mercado. De hecho, la entidad vasca está a punto de comprar Compass Bancshares, un banco del sur de EE UU.

Por lo tanto, son constructoras y banca las más perjudicadas ante el nuevo paisaje económico que se avecina. Además, de los traspiés de Santander y BBVA, el resto de bancos españoles lo ha pasado muy mal en estos días. Popular vale 1.600 millones de euros menos que el 27 de febrero, el 8,5%. Banesto ha perdido 1.000 millones, al igual que Sabadell y en la misma proporción que Bankinter.

El ladrillo ha echado por tierra las grandes plusvalías acumuladas durante el último año en apenas unas pocas sesiones. ACS, la mayor constructora española, cuesta en el mercado 14.700 millones de euros, frente a los 16.000 que alcanzó el 27 de febrero. Sacyr Vallehermoso ha visto lastrada su cotización en un 16,5% hasta los 11.000 millones. Ferrovial y FCC valen 1.300 y 1.400 millones de euros menos, respectivamente, en tanto que Acciona apenas se ha dejado 1.000 millones por el camino. Total, las cinco grandes constructoras de este país tienen un valor bursátil inferior a cierre de 14 de marzo en 7.300 millones de euros.

La energía, sin embargo, ha campeado el temporal con buena nota. Con la excepción de Repsol, claro, que ha cedido 2.400 millones de valor bursátil para perder el quinto lugar de la bolsa española por capitalización en pos de Iberdrola. La eléctrica que preside Sánchez Galán también se ha dejado 1.200 millones, lo que no es moco de pavo, pero las continuas entradas de inversores en su capital –Santander posee más de un 4%- le ha servido para aliviar las penas. Endesa es, sin duda, la que mejor sale parada. De hecho, el hecho de estar inmersa en una OPA y la entrada de Enel en el capital ha permitido que el valor crezca en 100 millones de euros. Inditex, la séptima empresa del Ibex, ha permanecido casi plana desde que las órdenes de venta se agolparon en las terminales de los brokers.

No hay comentarios:

Buscar - Blog de Periodismo Económico
Google
WWW Blog de Periodismo Económico