martes, septiembre 11, 2007

La deuda de las principales constructoras españolas duplica su valor en bolsa


Fuente : Invertia

El precio en bolsa del sector financiero y del ladrillo palidece de forma alarmante. Desde que la crisis crediticia se instalase con toda su fuerza en la renta variable, la ira del inversor se ha cebado de lleno con los dos sectores más expuestos a los peligros de una severa contracción de la liquidez. Constructoras y bancos españoles valen en este momento 32.700 millones de euros menos que a comienzos de agosto, mientras que la capitalización del Ibex 35 ha languidecido en 49.350 millones, el 8,5%. La deuda de las constructoras, cercana a los 90.000 millones, casi duplica su valor en bolsa -47.500 millones- y representa el 9% del PIB español.

De poco ha servido que el Banco Central Europeo (BCE) mantuviese los tipos de interés en la región, o que junto a la FED inyectase grandes cantidades de capital en los sistemas financieros ante el recelo de los bancos a prestarse dinero. La crisis de las hipotecas de alto riesgo en EE UU ha generado un clima de desconfianza in crescendo en los mercados y que puede terminar por menoscabar la economía real ante el endurecimiento de acceso al crédito.

“El mercado de deuda empresarial y financiera saldrá penalizado a medio y largo plazo de la crisis actual. Y no me refiero sólo a un coste de precio, como también de actividad”, explica el experto de Citigroup José Luis Martínez Campuzano.

En este contexto, los expertos hacen hincapié en que los resultados empresariales del tercer y cuarto trimestre comenzarán a reflejar el daño de las turbulencias subprime en los balances de los bancos. Hasta entonces, haciendo buena la máxima de que el dinero es cobarde por naturaleza, el inversor ha optado por recoger la ropa y esperar a que la coyuntura sea más propicia.

Desde que el 8 de agosto el Ibex 35 entrase en una imparable espiral de peticiones de venta, tras rebasar ese día por última vez la cota psicológica de los 15.000 puntos, la banca española ha perdido en bolsa 23.410 millones de euros. De nada ha servido que las principales entidades financieras negasen cualquier exposición a activos financieros respaldados por hipotecas de estadounidenses morosos. Las propias particularidades de la economía española, muy endeudada y con el sector constructor en manifiesta desaceleración, también ha servido de argumento para hacer caja.

Santander acumula desde la fecha reseñada una caída del 9,87%, el equivalente a 8.693,4 millones de euros. Su ponderación en el selectivo se ha reducido en seis décimas y ha sido superado por Telefónica en capitalización bursátil. BBVA ha retrocedido el 12% o 7.778,8 millones de euros, seguido de Banesto (-15,4% ó 1.687 millones de euros), Sabadell (-14,8% ó 1.425 millones), Popular (-8% ó 1.337 millones) y Bankinter (-24,8% ó 1.282 millones).

Ante las dificultades de encontrar financiación, el banco que preside Pedro Guerrero ha dejado de contemplar en su cotización la clásica prima corporativa, lo que ha permitido a Banco de Valencia (-11% ó 576 millones) convertirse en la sexta entidad financiera española por valor bursátil. Banco Pastor (-12,7% ó 506 millones) y Banco Guipuzcoano (-4,6% ó 125 millones) también han encogido su precio de mercado.

La deuda castiga al sector del ladrillo

Lo que hace menos de medio año era aplaudido por el mercado, ahora se ha convertido en argumento que justifica las correcciones. El proceso de diversificación que los principales grupos constructores han llevado a cabo en el último año y medio, aprovechando las ganancias amasadas gracias al boom inmobiliario, les ha servido para engordar sus cuentas de resultados y adquirir una posición relevante en otros sectores de la economía. Pero también ha multiplicado su deuda hasta niveles preocupantes en un contexto de subida de tipos y de desaceleración de la actividad.

En un mes, han volado 9.300 millones de euros de la capitalización bursátil de las seis constructoras que cotizan en la Bolsa española, una cifra un 10% superior al valor de mercado de la tercera compañía del sector, Ferrovial. Al contrario, de un año para otro su deuda conjunta ha aumentado hasta los 87.593 millones de euros, según datos del último semestre recogidos en la CNMV. Esta cifra equivale a cerca de un 9% del PIB español, mientras que el peso del sector dentro de la riqueza nacional asciende al 20% aproximadamente.

ACS ha perdido un 20,25% de su valor en bolsa desde el 8 de agosto, 3.123 millones de euros, a pesar de ser uno de los grupos más diversificados tras la integración global en sus cuentas de la eléctrica Unión Fenosa, de la que controla el consejo de administración. Le siguen Acciona (-18,45% ó 2.317 millones), Sacyr Vallehermoso (-20,7% ó 1.947 millones), FCC (-10,2% ó 856 millones), Ferrovial (-7,7% ó 673 millones) y OHL (-14,9% ó 392,8 millones).

Tras el reciente desplome, la deuda de estas compañías casi dobla su valor en bolsa. Mientras que otro epígrafe de sus cuentas de resultados también se ha disparado por su afán de crecimiento. El resultado financiero, que grosso modo es el cómputo de restar los intereses de la deuda menos los ingresos obtenidos por el cobro de dividendos de las participadas, alcanza la cifra negativa de 1.844,9 millones a cierre del semestre. Apenas Acciona contempla guarismos positivos por la generosidad de Endesa en la prima al accionista.

¿Qué deparará el futuro?

En términos generales, los analistas desaconsejan tomar posiciones en los mercados de renta variable a pesar de las severas correcciones, y con menor motivo en compañías con una exposición directa al mercado del crédito. Mientras que el Ibex 35 ha cedido un 8,5% desde el inicio de la crisis en agosto -desde los 539.442,9 millones de capitalización ha pasado a los 490.092 millones-, el índice de Materiales Básicos, Industria y Construcción ha recortado en un 21,2%. El de Servicios Financieros e Inmobiliarios lo ha hecho en un 20,5%.

“Por ahora, seguimos pensando que lo más razonable es mantenerse al margen de la bolsa y esperar acontecimientos, siendo excesivamente peligroso incrementar posiciones a pesar de que a los precios actuales comienzan a haber valores muy atractivos”, comentan desde Link Securities tras el dato de paro que se publicó en EE UU el pasado viernes, “realmente malo y preocupante”. Según los expertos de esta casa, algunos analistas ya se aventuraron a hablar de que la economía estadounidense se abocaba a una recesión como consecuencia del impacto que en la economía global comenzaban a tener la crisis hipotecaria y de crédito.

Para Citigroup, el impacto en las bolsas de esta crisis crediticia, “a corto plazo, es incierto”. “Hasta ahora consideraba que las bolsas habían tocado suelo en los mínimos de agosto considerando la actuación de los bancos centrales”, dice Martínez Campuzano, que también cree que el dato de empleo en EE UU pone en entredicho la recuperación de la economía en los próximos meses. “El ciclo de tipos se convierte en fundamental para las bolsas pero siempre que el ciclo de beneficios no sea muy negativo. Por el momento seguimos dando importancia al ciclo de beneficios, cuando el de tipos lo va a profundizar. Pero reconozco que los datos del viernes me han generado muchas preguntas”, resume.

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